Hasta el Final de los Tiempos

Sin título probable

Si habéis jugado a la ruleta, sabréis que como se juega bien es apostando todo al rojo o al negro, o a pares o impares. Si hacéis la apuesta más segura, las ganancias serán mínimas. Si hacéis una apuesta más concreta, las probabilidades de ganar disminuirán considerablemente.
La vida funciona igual. Puedes apostarlo todo a rojo o negro y tendrás las mismas probabilidades de ganar que de perder. Puedes perseguir también metas simples y sencillas, en las que sea complicado que las probabilidades se pongan en tu contra. O puedes echarlo todo a un número y tener pocas probabilidades de acierto.
Pero si apuestas una y otra vez al mismo número, éste acaba saliendo. Porque todo es probabilidad en el juego. Porque todo es constancia en la vida. Y cuando llega el momento en el que las probabilidades te favorecen, el premio conseguido compensa todo lo apostado y es realmente satisfactorio.


DEYZ, Anixel

viernes, 30 de noviembre de 2012

11. Aldinismo - Mi Estado ideal

ACTUALIZACIÓN, 22/JULIO/2023: Mira, lo guardo porque me parto el c**o a pesar de la vergüenza ajena, pero ya no pienso así de nazi.

¡Sí! Por fin he acabado ya los exámenes, trabajos y demás. Desafortunadamente, como diría el gran Punset, "las neuronas están fritas". Así que, voy a poner un texto que escribí hace ya algún tiempo, para que opinéis libremente.
En su tiempo, me gustaba mucho la idea, e incluso soñaba con que algún día hubiese ocurrido algo parecido. Ahora no es más que una utopía, perdida entre mis papeles, y a la que veo menos factible que el comunismo.
Probablemente produzca algo de risa. En fin, ahí va.

Mi Estado ideal. 23 de Sep de 2006, a las 15:42
Como probablemente habréis leído en otra de mis entradas, clasifiqué la raza “aldina” como la raza superior del hombre, quiero decir, una especie de seres humanos que vive con buenas intenciones y pretende ayudar a las personas sin esperar recibir nada a cambio, salvo la satisfacción de que sean felices. Es por ello que decidí bautizar “Aldinismo” como nombre de mi Estado ideal, en honor a la raza aldina.
El Aldinismo consiste en conseguir una especie de "neodemocracia(1)" en el que el pueblo manda en absolutamente todo (T-O-D-O) y todo es elegido por los ciudadanos del mundo.
Pero claro, el mundo no es de rosas y esto no es tan fácil. Para poder implantar el Aldinismo habría que llegar a controlar el planeta (que ya es tela). Pero eso no se queda ahí, claro esta. No se puede pasar del capitalismo y la “democracia” a este sistema de un día para otro, por razones obvias. Para que el Aldinismo llegase, habría que pasar por una fase de "transición". Una dictadura.
Esta dictadura consiste en un totalitarismo de diez años, llevado a cabo por una persona culta e intelectual, con ideales firmes y solidarios y un corazón fuerte y noble, que abandonará su puesto democráticamente cuando hayan pasado estos años.
¿Por qué hay que pasar por esta fase de dictadura? La respuesta es sencilla. Supongo que si esto llegase a ocurrir, el mundo habría acabado de salir de una guerra monumental y habría muchas hambrunas y pobreza. Así que, además de hacer flotar de nuevo al mundo, habría que hacerlo de una forma que no ha conocido aún. Repito: no se puede pasar del capitalismo al Aldinismo de un día para otro. Ni de la "democracia" a la neodemocracia.
Pero bueno, pongámonos en el caso de que finaliza el totalitarismo. ¿Qué pasaría entonces? Pues que llegaría lo que yo llamo la Dictadura de los Doce. Este período dura un año y es el último antes de llegar al Aldinismo definitivamente.
El dictador, asumiría el control de doce personas elegidas por él y que aportarían las ideas principales para el Nuevo Mundo(2).
Al finalizar el año, todos se retirarían de sus puestos actuales, incluido el dictador.
Y ahora comienza el Aldinismo. Así que ya podemos definirlo.
Aldinismo: Es un sistema político, social, económico y militar. Por lo tanto podemos sacar cuatro puntos de aquí:
1. En cuanto a política, el mundo lo regirá el pueblo. Todas las décadas son elegidas democráticamente doce personas que no obtendrán ningún privilegio económico por ello y que simplemente harán la función de hablar entre ellos y elegir ideas que les parezcan buenas para la comunidad. Entonces, ellos presentarán esas ideas al pueblo y el pueblo elegirá las que quiera por mayoría. Se entregarán estos folletos, en los que se hará un "tic" a las ideas que gusten. Las más votadas serán las elegidas.
2. No hay mucho que decir en cuanto al aspecto social, pero las cosas más básicas son:
· El pueblo manda sobre cualquier aspecto.
· Todas las personas son iguales sin distinción de raza, lengua, religión, cultura...
· Todos los puntos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (como el de arriba, por ejemplo).
3. El aspecto económico es el más complicado, pero no es imposible. El dinero dejaría de existir, siendo suprimido por unos boletos. Las personas por el simple hecho de existir y cumplir la ley (la DUDH) recibirían un hogar y un mínimo de boletos para sobrevivir. Las personas que trabajasen, recibirían más, evidentemente. Por si se le ocurriese a alguien, tratar de robar estos boletos es inútil, pues llevará la identidad de su auténtico dueño.
Este es un punto más complicado, así que si alguien quisiese hablar conmigo sobre ello sería más conveniente.
4. El aspecto militar es muy sencillo.
Dado que viviríamos en un mundo ideal, no necesitaríamos las armas para nada, por lo tanto se guardarían en el "cuarto común(3)", donde en caso de emergencia acudiría el pueblo para defenderse de una posible amenaza. Habrá cuartos comunes cada 100 Km. a la redonda. Estos cuartos también tendrán otras funciones, pero ahora mismo eso es irrelevante.
En fin, creo que con eso ya esta.
Sobra decir que si el pueblo decidiese abandonar el Aldinismo, que así sea. El Aldinismo fue creado y pensado para el pueblo y por el pueblo. Por eso es su decisión continuar con él o abandonarlo.
(1) Neodemocracia: La neodemocracia es un término que se refiere a una verdadera democracia. Adopta los mejores puntos de la antigua "democracia" y da el mandato absoluto al pueblo.
(2) Nuevo Mundo: El llamado Nuevo Mundo sería el mundo en el que se viviría tras la Dictadura de los Doce. Es, por así decirlo, los primeros años aldinos.
(3) Cuarto común: Los cuartos comunes son lugares donde se guardan las armas en caso de emergencia y datos importantes de la zona.
Ahora finalmente acabo diciendo que si hay algo que no les ha quedado absolutamente claro o tienen alguna duda, vengan a consultarme libremente.



LEE, Mario

viernes, 26 de octubre de 2012

10. Bien Supremo

ACTUALIZACIÓN, 22/JULIO/2023: Mucha paja, no lo voy a leer, pero estoy casi seguro de que ya no pienso así en la mayoría de lo escrito. A fecha de hoy no creo en la Felicidad como algo positivo.

Lamento tener que disculparme de nuevo por el retraso en escribir, pero menudo mesecito y menuda semanita de exámenes. Una semana en la que también las clases de Filosofía me han resultado, a parte de un poquitillo horribles por el horario, bastante reflexivas.
Este curso estoy trabajando, en la primera evaluación, a Aristóteles, un filósofo que no me ha gustado tanto como su maestro (Platón), pero que tiene un concepto de 'felicidad' que me ha transmitido mucha serenidad y me ha dado un poco de esperanza para seguir creyendo.
Según Aristóteles, para alcanzar la verdadera felicidad como ser humano, es importante tener ciertas virtudes (como el valor, la justicia, la generosidad o la prudencia) en un término medio, ya que la carencia de valor (por ejemplo) implica cobardía y su exceso temeridad. Con todo esto, uno se convierte en "el hombre excelente"; una persona justa y moderada, que basa su vida en la razón para alcanzar los placeres más puros.
Ahora podemos empezar con los bienes. Un bien es todo aquello que produce placer al hombre y que puede ser alcanzado por éste. Pero eso, por supuesto, no le concede la verdadera felicidad. Dado que en la encuesta que hice sobre qué era lo que más feliz os hace en la vida, la respuesta más votada fue la de el objetivo de lograr encontrar el amor, lo pondré como ejemplo.
Supongamos que estamos en una semana en la que el miércoles es fiesta nacional y queremos aprovechar para quedar para tomar algo y charlar con una persona muy especial. Con esto, lo que queremos conseguir es hacerla reír y disfrutar de un tiempo agradable. Eso sería el bien inmediato, dado que es placentero. Pero nosotros queremos ir más allá. El quedar con esa persona nos acerca más a ella, para así ir ganándonos su confianza y, un día, poder estar juntos (por lo que vamos usando un bien como medio para alcanzar uno superior). Estando juntos, si la cosa va adelante, llega el compromiso y, lo que nosotros deseamos más que nada (por ejemplo) es tener una vida tranquila con nuestra familia, teniendo un trabajo estable y dos o tres hijos. Si alcanzamos este propósito, habremos alcanzado el Bien Supremo, que no es otra cosa que la felicidad (la verdadera felicidad).
No me extraña en absoluto que el Bien Supremo para muchos sea encontrar el amor, porque que una persona te llegue a querer incondicionalmente, simplemente por ser quién eres, conociendo tus defectos y decidiendo convivir con ellos, porque haces que se levante con una sonrisa en la cara todas las mañanas y ello, obviamente, te haga feliz. Eso es algo muy grande.
Claro que he de admitir que para mí el Bien Supremo es algo más. Es como si tuviese que utilizar bienes como medio para alcanzar algo más alto, una especie de "bien superior" y que todos ellos juntos forman el Bien Supremo. Es como la típica lista de propósitos que algunos nos hacemos en la vida. Entre los míos destacan: "3. Formar una familia.", "5. Cuidar a los míos.", "2. Buscar una solución para tener un mundo mejor.", "6. Ser feliz.".
Para cumplir este último, necesitaré que los míos se sientan protegidos y felices, tener alguien con quien compartir mi aventura por la vida y, a poder ser, alguien a quien enseñar todo lo que sé y tratar de hacer algo para que las personas se den cuenta de que a pesar de nuestras diferencias físicas y culturales, todos somos lo mismo (personas) y debemos comportarnos como hermanos, en lugar de hacer la guerra.
Es un Bien Supremo difícil, unos dirían que inalcanzable por este último, más que nada porque la humanidad deja poca fe a tener en ella. Pero para lograrlo no necesito creer en la humanidad. Me basta con creer en mí mismo.

Mario Lee

sábado, 22 de septiembre de 2012

9. Agua cristalina

ACTUALIZACIÓN, 22/JULIO/2023: Me faltaba calle, pero cuco era, para qué nos vamos a engañar.

Ya estamos en septiembre, acaban las vacaciones de verano y vuelve la monotonía del trabajo y las clases. Este mes siempre ha sido para mí como un descanso especial, pues tuviese recuperaciones o no, los días que esperaban tras ellas, eran el parón definitivo antes de la vuelta a la rutina. Pero esta vez ha sido muy diferente...
Tras múltiples tipos de problemas en casi todos los ámbitos que puede tener un chico de mi edad, no tengo un descanso real desde septiembre del año pasado. Sin embargo, tal y como han quedado las cosas este mes, creo que no me puedo quejar demasiado, porque podían haber acabado bastante peor.
No sé si alguna vez habéis estado en un manantial, escuchando el relajante sonido de la pequeña catarata que cae y observando el reflejo del agua cristalina, pero es un gran momento de calma y paz interior. Digamos que hace que evadas los problemas durante la estancia, que "te encuentres a ti mismo", que te entre la positividad que necesitas y que, al estar mucho más tranquilo, te lleguen las soluciones a esos problemas, al menos a los que más atormentan.
Hay personas en esta vida que son como el agua cristalina de esos manantiales; y es que son pura positividad. Aunque sea el día más negro de todos, tienen una sonrisa completamente sincera que dedicarte y, con ella, te llenan por dentro el suficiente tiempo como para no claudicar.
El poder de hacer que una persona pase de un estado deprimido a sentirse incluso bien consigo misma me parece el don más grande del mundo. Habrá gente que piense que es algo muy fácil y que cualquiera puede hacerlo, pero a muy, muy pocas personas conozco que me hagan sentir bien conmigo mismo hasta cuando estoy a punto de clavar la bandera blanca.
En esta entrada, algo corta pero llena de la verdad de lo más profundo de mi corazón, quería dar las gracias a todas esas personas que me levantan el ánimo en el día a día y dedicársela especialmente a D.L.V., una de mis mejores amigas y la futura mejor psicóloga del mundo, pues muchos pueden levantar el ánimo, pero ella es una de esas personas con ese don de transmitir positividad y dar el coraje suficiente para seguir adelante.

Mario Lee

viernes, 31 de agosto de 2012

8. Finisterre

ACTUALIZACIÓN, 22/JULIO/2023: Paso de leer todo esto. Seguro que es casi todo paja y que ya no pienso así en la mayoría de lo escrito.

Disculpad mi retraso en escribir una entrada, pero entre unas cosas y otras, tengo poco tiempo frente el ordenador, sobretodo con esto del verano, que me deja un poco "fuera de la rutina".
Como casi todos sabréis, existe un cabo al final de la comunidad gallega que fue bautizado con el nombre de Finisterre por los romanos, a causa de su determinada ubicación. La palabra en sí proviene del latín (finis terrae) y significa literalmente 'el final de la Tierra'. Fisterra (en gallego) fue considerado durante mucho tiempo el cabo más alejado del mundo conocido, pues si se pensaba que la Tierra era cuadrada, más allá del  borde no había nada.

File:Fisterra.Cabo.Galicia.jpg
Cabo Finisterre.

Bueno, pues resulta que los romanos se equivocaron. Tras los planteamientos de otros grandes sabios con la intención de querer demostrar que la Tierra era redonda, Cristóbal Colón (lugar discutido, 1436-1456 [¿?] - Valladolid, España, 20 de mayo de 1506) decide realizar un viaje directo por el Atlántico hacia Asia oriental, pues vendría muy bien para futuras negociaciones sin tener que pagar impuestos a otras potencias, como Portugal, que se había otorgado el monopolio de la navegación por el Atlántico (exceptuando las islas Canarias).
Su mayor problema no fue, sin embargo, tener que demostrar que la Tierra es redonda, pues sus sabios contemporáneos estaban de acuerdo, sino que el tamaño de la circunferencia planetaria era mayor de lo que afirmaba Colón. Éste decía que había una separación de 135º entre Europa y Asia y en realidad son 229º. Como se puede ver, Colón creía que Asia y Europa estaban mucho más cerca y, de no haberse topado con un continente nuevo, habría muerto a manos de sus marineros amotinados el mismo día siguiente.
Todo se debió a un simple error de cálculo.
Y ahora que estamos bien situados, voy a donde quería.
Tanto en tiempos grecorromanos y en la Alta Edad Media, cuando se creía en el geocentrismo y en la forma cuadrada de la Tierra (mayoritariamente), como en la Baja Edad Media, en la que, aunque sigue predominando el teocentrismo con mucha fuerza, se empiezan a tener en cuenta temas como reconsiderar la forma del planeta, la verdad, es que en ninguno de esos tiempos, nadie se planteó que entre Europa y Asia hubiese otro continente.
Para unos, la Tierra era cuadrada y tenía un borde, donde más allá de él no había más que un precipicio y, para otros, cabía la posibilidad de que el planeta tuviese una forma redonda, y, por lo tanto, que se pudiera realizar un viaje directo de Europa a Asia. Pero lo cierto es que nadie pensó en la probabilidad de que Colón se encontrase con América. Todos, de un modo o de otro, pensaban que el mundo acababa en Finisterre. Y aquí viene la reflexión que yo quería hacer.
Hay momentos en la vida en los que no tenemos fuerzas para seguir, es como si el mundo se nos viniese encima y cayésemos de rodillas con ganas de gritar fuerte y desesperados porque no sabemos como salir de la situación. Y es como estar en Finisterre, porque pensamos que más allá no hay nada, porque todo lo que queríamos se ha ido.
Pero lo cierto es que si hay algo. Y si no nos levantamos y cogemos un barco para ponernos a navegar como hizo Colón, jamás encontraremos nuestro continente, nuestro Nuevo Mundo. Obviamente, la travesía puede hacérsenos interminable y hasta ser dolorosa, porque es difícil encontrar algo donde no vemos nada, pero, como dice el dicho, "el que la busca, la encuentra" y está más que claro que estar parados en un sitio de rodillas no nos va a traer ningún bien, porque las cosas hay que trabajárselas, como dice otro dicho: "el que algo quiere, algo le cuesta".
Así que, damas y caballeros, es hora de que se levanten y se vayan a cumplir sus sueños, porque solos no se harán.

Mario Lee

PD: Ahora con la vuelta de septiembre, volveré a hacer entradas con más constancia.

jueves, 31 de mayo de 2012

7. C'est la vie

ACTUALIZACIÓN, 22/JULIO/2023: He tenido que borrar mucha paja para hacer la lectura más amena. Hay cosas en esta entrada con las que sigo de acuerdo y, aunque haya habido cambios en mí, quería conservar el camino recorrido.

La vida... ¿Alguna vez os habéis parado a pensar en QUÉ ES ESTO? Supongo que sí. La vida es extraña, curiosa, desconcertante. Fea, pero a la vez, maravillosa. Es algo tan pequeño, pero tan intenso como una supernova. La vida son sorpresas tras sorpresas. Son todos esos recuerdos que vamos acumulando en alguna parte de la mente y, que cuando refrescamos un poco, se transmiten a una zona del pecho y se transforman en un sentimiento, haciéndonos sentir de tantas formas diferentes según el caso (nostálgicos, dolidos, satisfechos...).
No; la vida no se puede definir con palabras. Es algo mágico. Y es por eso que hay veces que creo que pueda ser que haya "algo más allá de ELLA". Me resulta tan fascinante que haya tantas personas por el mundo y que cada uno tenga su propio pensamiento, sus propias emociones y sentimientos ante las cosas y su diferente forma de actuar frente distintas situaciones.
La vida está llena de instantes valiosísimos que no cambiaríamos por nada del mundo: ver como un bebé se duerme y va cerrando su manita, cogiéndote el dedo meñique; el recuerdo de la sonrisa de una persona que quieres; el primer beso con amor; un gran momento de ataque de risa, ver como un águila imperial alza sus alas, mientras mira fijamente al horizonte...
Muchas veces me han preguntado que a qué le tengo miedo. La verdad, puede haber cosas que no me gusten, pero miedo no le tengo a nada. A nada, excepto a la muerte y creo eso porque TODO en esta vida tiene arreglo. Todo salvo la muerte, obviamente.
El respeto que le tengo a la muerte es así porque no quiero acabar mi historia de este modo. Soy una persona joven y aún hay muchas, muchísimas cosas que anhelo hacer en esta vida y, aunque ayer y hoy hayan sido días negros,  puede que mañana salga el Sol y eso no me lo quiero perder.
El ciclo de la vida es simple: nacemos, luchamos mientras vamos creciendo y morimos. No decidimos nuestro nacimiento, ni educación, pero a pesar de dónde, cuándo, y en qué condiciones hemos nacido y vivimos, somos nosotros los que siempre tomamos la última decisión de cómo vamos a luchar en la vida, de cuáles van a ser nuestros propósitos y cómo vamos a tratar de ganárnoslos.
Hubo una vez un gran hombre que dijo: -Cuando naces, lloras y el mundo ríe. Vive de tal manera que cuando mueras, rías y el mundo te llore-.
Así es el ciclo de la vida. Si luchas por causas nobles con valor, firmeza y voluntad, sin dejar de confiar en ti mismo y si encima tienes la misma "suerte" que yo de tener unos amigos que te apoyan en todo momento, no tienes nada que perder y solo habrás de confiar en que el Sol saldrá si no hoy, mañana y, si no, al otro.
C'est la vie...

Mario Lee

miércoles, 16 de mayo de 2012

6. Palabras mayores

ACTUALIZACIÓN, 22/JULIO/2023: Ya no pienso así.

He discutido este tema varias veces con grandes amigos míos. Y es que en nuestro mundo la gente muchas veces suelta cosas sin pensar o sin darle el valor que las palabras se merecen en sí. Por ejemplo: Supongo que más de uno se habrá enfadado alguna vez con alguien y le ha dicho algo como "¡muérete!" o "¿por qué no te vas al metro y te tiras a las vías?", cuando realmente no odia a esa persona y lo ha dicho porque "estaba cabreado".
Ese "cabreo" ha ofendido al otro (naturalmente) y le ha hecho daño, porque en esos momentos está en estado de 'shock' y piensa que ese odio que transmite en las palabras va en serio. Y estas cosas que se dicen sin meditar profundamente no tienen porqué ser únicamente ofensivas. También hay momentos en los que el ser humano dice 'cosas' que en realidad no siente (exceptuando las mentiras) o que no siente con la fuerza que las palabras representan. Ahí es donde yo quiero llegar: hoy en día se abusa de la frase "te quiero" y similares.
Al parecer ahora un "me gustas" es un "te quiero" y un "me encanta pasar el tiempo contigo" es un "no puedo vivir sin ti". Resulta hilarante, pero es verdad; la nueva vida es HOY TE PIDO SALIR Y MAÑANA YA TE QUIERO. Sinceramente, yo eso no lo puedo comprender. A lo mejor es que mis amigos y yo somos los raros y vemos frases como esas ("te quiero" y demás) como algo muy serio y es lo más normal del mundo. Pero la verdad es que yo las sigo viendo como palabras mayores, porque no veo normal que se digan cosas como "desde el primer día que te vi supe que te quería y que eras el amor de mi vida". Comprendo que pueda haber cierta "química", pero llegar a ese punto es algo serio. No sé, tal vez soy yo, que no creo en el amor a primera vista.
Bueno, voy a tratar de no enredarme más e ir al grano. Lo que hoy quiero discutir es que se utiliza demasiado el "te quiero". Sí, cuando se siente de verdad, decirlo en todo momento me parece fabuloso. Pero lo cierto es que querer de verdad es algo que no se puede sentir en un día o dos, por no decir en un mes o dos. Querer viene con el tiempo; cuando estás con alguien que te hace sentir bien contigo mismo y que cada día te gusta más. Querer es llegar al punto de dar la vida por el otro, ya no solo con fin moral, sino además porque sabes que tu vida sin esa persona perderá un hueco que quedará vacío para siempre, porque aunque encuentres a otro, jamás llenará la laguna que te ha quedado, pues esa persona es irreemplazable.
Por eso no se le puede decir "te quiero" a cualquiera, porque se nos quedaría un hueco permanente por cualquier persona que nos gustase con la que estuviésemos teniendo una relación y cortásemos, o que nos rechazase. Y eso no pasa, ¿a qué no? Al igual que más de uno no daría su propia vida por cualquiera que le gustase (repito, a no ser que su moral le obligase, como aquí a un servidor), o no pondría ese empeño sobrehumano que sale en esos momentos de emergencia.
Confundir la atracción con el amor (o la amistad, que tampoco se fabrica en dos días), es algo que además puede herir a la otra persona, porque tal vez el otro si haya llegado a querer. Por todo esto, creo que debemos recapacitar la próxima vez que vayamos a decir "te quiero", porque, reafirmándome en lo que he dicho antes, pienso que eso son palabras mayores.

Mario Lee

PD: A ver si me pongo de una vez a hacer las entradas cuando tocan.

domingo, 29 de abril de 2012

5. La metamorfosis

ACTUALIZACIÓN, 22/JULIO/2023: Ya no pienso así.

A veces ocurren ciertas acciones en la vida que nos hacen reaccionar de una forma u otra a las personas. Cada persona es un mundo y hay quien puede derramar una taza de café nada más empezar el día y sonreír mientras limpia. Yo personalmente suelo mentar a la madre de una pobre meretriz y mientras limpio pensar: "¡Bien empezamos!". Pero las cosas cambian, las personas también y yo no soy ninguna excepción.
Cuando nacemos, yo diría que somos como "robots" y que desde ese momento nos vamos convirtiendo en lo que ahora somos. Yo creo que es como si evolucionásemos psicológicamente frente a todas esas circunstancias de la infancia, como la influencia de los padres (o la ausencia de ellos) en nuestro día a día, el colegio en el que aprendemos y los profesores que nos enseñan, los niños que están a nuestro alrededor y comparten sus ideas con nosotros, debatiéndolas fervientemente, etc.
Mientras nos formamos, poco a poco vamos cambiando muchas cosas: el Ratoncito Pérez es sustituido por el amor, los cuentos de hadas por la pura y cruda realidad y el sueño de ser astronautas pasa a la historia (para la mayoría) para dar lugar a lo que todos anhelamos: la felicidad.
Todos estos cambios, junto con las circunstancias de vida en las que nos hemos encontrado y nos encontramos, hacen que nos sometamos a un proceso interno de "metamorfosis" de un tiempo indeterminado. A este proceso se le llama comúnmente "madurar". Técnicamente (según la RAE), 'madurar' es "adquirir pleno desarrollo físico e intelectual", pero me parece una definición demasiado simple, sin explicación concreta.
Entre otras cosas, para mí madurar significa cambiar, pero no tiene porqué necesariamente ir ligado con ese rasgo positivo que le hemos connotado. Y es que para algunos madurar significa ser más responsable, tener dos dedos de frente, saber administrar el dinero, comprender que no se puede tener todo lo que se quiere y entender que si te caes, te levantas. Pero madurar solo significa aprender. Y para ello hay que acumular experiencia.
La experiencia (personal), cuando nos enseña cosas, no suele hacerlo de manera agradable. Pero cuando las aprendes, sabes que no volverás a tropezar con la misma piedra (a no ser que esté por ahí metido el amor, punto débil de todos y todas).
Después de tantas caídas, uno aprende a mantenerse en pie, aunque sea sobre una alambrada de espinos, pues el sendero de la vida es peligroso y hay lugares donde caer puede ser fatal, así que es importante tener los brazos alerta en todo momento. También es imprescindible portar como única cota de malla la desconfianza, que protege de las famosas "puñaladas por la espalda" lo máximo posible, aunque siempre deja marca.
La verdad es que ahora estando como estoy, creo que no puedo quejarme (en cuanto a afecto): tengo a gente que me quiere y a la que quiero. Pero a causa de tantas puñaladas traperas, no sé cómo abrirme del todo a la mayoría de ellas. Eso sí: poniéndome a pensar en las personas que quiero, me he dado cuenta de que hay tres (ni uno más, ni uno menos), que estarían en todo momento conmigo a muerte. Confío plenamente en esas tres personas. De hecho, si mi alma fuese una bola de cristal muy delicada, se la daría a cualquiera de ellos, porque sé que estaría a buen recaudo.
A parte del proceso de madurez, creo que a lo largo de la vida se dan más etapas de metamorfosis, que tienen la misma forma de evolución que la primera y no son más que un acúmulo de experiencia que en cierto momento se ve reflejado en esa alteración de la forma de plantarse ante las situaciones que le presenta la vida. Y es por eso que cuando esta mañana llegaba tarde a un sitio, me hice un Cola-Cao a toda prisa y se me cayó todo por la mesa y, en lugar de meterme con la pobre señora, he sonreído por dentro mientras limpiaba el desastre que había montado.
Soy un chico afortunado.

Mario Lee

sábado, 21 de abril de 2012

4. Un lugar en el mundo

ACTUALIZACIÓN, 22/JULIO/2023: Ya no pienso lo mismo, pero entiendo el proceso de esta entrada en concreto. Está siendo un viaje interesante el paso por la Vida, desde luego.

Siempre me he sentido fuera de lugar, como si no estuviese en el sitio que toca. En muchísimas ocasiones me he preguntado por qué no estoy donde debería estar y dónde debería estar. La verdad es que siempre me he visto perdido, como si estuviese en un cuarto a oscuras sin puertas y no tuviese a nadie que me dijese cómo salir. De pequeño he llegado a soñar con esto repetidas veces. Siempre he tratado de salir de esa habitación por medios propios, pero siempre acababa creando un fuego, lo que no me dejaba ver con claridad mi lugar.
Hace dos días volví a soñar con esto, pero esta vez la habitación estaba iluminada y había una puerta en el techo. Qué irónico... Siempre estuve buscando una salida tocando las paredes a mi alrededor y resulta que estaba un poco más arriba.
Cogí una silla que había en una esquina, la puse en medio de la habitación y me subí para abrir la puerta, pero ya sabía qué iba a encontrarme (más o menos). Como he dicho justo al principio, yo siempre me he sentido fuera de lugar y así ha sido hasta la semana pasada.
Sinceramente, no han sido los mejores días de mi vida estos últimos. No he tenido ganas de hacer nada, ni siquiera de levantarme de la cama; no encontraba mi "por qué y para qué", lo que viene a ser mi razón de seguir en pie. Y eso no podía seguir así... No podía seguir así por el simple motivo de que yo soy Mario Lee.
Mi "por qué" siempre ha sido luchar por la paz y la felicidad y mi "para qué" es que me sienta bien ver que todo va sobre ruedas. Me gusta ver a la gente feliz y me satisface hacer detalles en los que sé que alegro a mis amigos. Y ahí quería yo llegar.
Al abrir la puerta había una especie de parque y a mis pies vi una caja de cartón que parecía llevar bastante tiempo esperándome. Más o menos sabía lo que habría dentro. No eran otra cosa que fotos mías con todos mis amigos.
Mis amigos son la fuerza de mi razón. Son los que están ahí cuando los necesito. Son personas que, sin llamarlas, aparecen cuando me caigo para ayudarme a levantarme. Por eso sé que nunca más voy a volver a estar solo y por eso cada uno de ellos ha ido ocupando un lugar especial dentro de mí. Mis amigos, todos ellos, son para mí mi familia. Y ya no necesito buscar más ese lugar, porque ya lo he encontrado, ya he encontrado mi lugar en el mundo y, aunque no sea el sitio más agradable, lo que lo hace grande es esa gente que lo ha convertido realmente en mi casa, en un cómodo hogar.
Doy las gracias a todos ellos, por los que seguiré luchando por lograr cumplir mi sueño más anhelado. Porque gracias a ellos lo único que creo imposible es que haya algo imposible.

Mario Lee

viernes, 13 de abril de 2012

3. La segunda estrella a la derecha y todo recto hasta el amanecer

ACTUALIZACIÓN, 22/JULIO/2023: Mira, paso de leer todo esto, pero estoy seguro de que está lleno de paja y tonterías.

¿Quién no ha visto de pequeño alguna vez Peter Pan, uno de los grandes clásicos de Disney? Cierto es que muchas películas animadas (sobretodo las de Disney) nos enseñan importantes valores, como la amistad, el valor, la lealtad ante todo o la igualdad. Pero hay una película que destaca entre todas por aportar una enseñanza en su máximo esplendor. Esa película es Peter Pan, donde aprendemos lo que significa realmente "crecer".
Por si alguien no ha visto la película (*), explico un poco el argumento sin introducir ningún tipo de spoiler:

"Una niña llamada Wendy vive con sus padres y sus dos hermanos John y Michael en una casa de Londres. Una noche aparece Peter Pan, un niño que viene desde el País de Nunca Jamás, donde nadie se hace mayor, y propone a los tres que se vayan con él volando hacia la segunda estrella a la derecha y todo recto hasta el amanecer para llegar hasta allí. Para volar solo necesitarán fe, confianza y un poco de polvo de hadas.
En el País de Nunca Jamás vivirán aventuras inolvidables a la vez que aprenderán el verdadero significado de 'crecer' y descubrirán que los sueños pueden hacerse realidad".


                    Imagen de la película animada "Peter Pan" de Disney, donde podemos observar
                    la estrella que lleva al País de Nunca Jamás.


Crecer significa madurar, que uno mismo sea el único capaz de tomar decisiones por sí mismo, meditándolas hasta ver que son las mejores a tomar y que sepa atenerse a las consecuencias negativas de ellas. Crecer también significa comprender a los demás, entender por qué actúan del modo que lo hacen ante diversas situaciones; tener empatía. Crecer es dejar atrás la infancia, el osito de peluche con el que dormíamos (en mí caso era un delfín) y coger las riendas de nuestra vida. Crecer, además, significa envejecer poco a poco. La verdad es que crecer da algo de miedo. Significa una gran responsabilidad en la que hay que demostrar estar a la altura en todo momento. Tal vez sea por eso que el protagonista de esta historia le tenga esa fobia a hacerse mayor.
Pero crecer es como construir una casa: hay que empezar de cero, no ir rápido para acabar antes, poner los ladrillos en su sitio y dejar que se seque el cemento para ver el resultado. Crecer es ver que has colocado mal un ladrillo y tener que ser capaz de quitarlos todos para empezar bien de nuevo. O ver que a causa de un pequeño despiste al principio se te desmorona todo al final y en vez de claudicar, volver a empezar.
Crecer es darse cuenta de que todo error acumula experiencia. Es saber que estás construyendo esa casa con un fin y, que ese fin es tu sueño. Crecer es saber que lograrás ese sueño a base de fe, confianza y sudor. Es confiar en que un día irás directo a la segunda estrella a la derecha y todo recto hasta el amanecer, porque estás poniéndolo todo para lograr tus propósitos. Y porque ahora sabes que si quieres conseguir tus sueños no te bastará con "pedírselo a alguien" o "dejarlo a la suerte". Pero también sabes que si pones el alma en ello lograrás convertir tu sueño en realidad. Crecer es saber que solo tienes que luchar para que todo salga bien. Es saber que solo tienes que enfrentarte a todos los obstáculos que se te presenten, saber cuándo tomarte un respiro y saber que cuando te caes, te tienes que levantar para que no te pisen.
Crecer es saber que si hoy ha sido un mal día, al día siguiente te levantarás y será otro día más en el que seguirás de pie, luchando por convertir tu sueño en realidad.
Os dejo una canción de Gisela que salió hace diez años con la película Peter Pan: Regreso al País de Nunca Jamás.

http://www.youtube.com/watch?v=UXg3BXqlhFc

Espero que os haya gustado mucho todo.

Mario Lee

*Si alguien no ha visto esta película u otros grandes clásicos de Disney, como Pocahontas, El Rey León, Tarzán, Aladdín, etc., le recomiendo vivamente que en un rato libre las vea; merecerá la pena. Crecer y madurar no van necesariamente ligados a convertirse en una persona "seria" y con aficiones más "adultas".

martes, 3 de abril de 2012

2. Hasta el final de los tiempos

ACTUALIZACIÓN, 22/JULIO/2023: Todo esto es paja.


Hace un año y casi veintitrés días tenía una duda en la que me gustaba mucho ponerme a pensar: la existencia de todo cuanto podemos ver a nuestro alrededor. "¿Y si todo es una gran mentira?" (me preguntaba a mí mismo). "¿Qué pasaría si todo lo que viésemos, todos los sentimientos de las personas, como el amor o el odio, todos los valores, como la lealtad, la amistad o el valor y, en breve, todas esas cosas tan pequeñas, pero tan grandes no fuesen más que la creación de un ser superior y nosotros no fuésemos nada más que marionetas utilizadas a placer por éste mismo?" También pensé en otras teorías, como la posibilidad de ser el mero sueño de otra persona y, por tanto, que la realidad fuese ficción.
Esta fue la primera vez que manifesté públicamente en un pequeño texto todo lo que pensaba acerca de nuestro mundo.

No sé... 11 de Mar de 2011, a las 16:25

¿Os habéis dado cuenta? Estamos en un puntillo microscópico del Universo, concretamente en lo que llamamos planeta Tierra. ¿Nunca os habéis preguntado qué somos, de dónde venimos o sencillamente por qué existimos? ¿Qué es este sitio? Sabemos que la vida existe, pero ¿qué es realmente? Desafortunadamente, no tengo respuesta para ninguna de estas preguntas u otras de la misma categoría. ¿Y si, como dijo Calderón de la Barca, la vida no es más que un sueño? ¿Tendría nuestra existencia (si es que pudiésemos afirmar que existimos) algún sentido? Me temo que tampoco sabría responderlo. Solo puedo decir que creo que a lo largo de 16 años, 10 meses y dos días no he aprendido nada.

Mario Lee

Pero solamente cinco meses y tres días después hallé la solución a ese problema que durante tanto tiempo me había tenido en vilo (en parte, gracias a una primera lectura al libro de Descartes antes de que empezase el curso y, por muy gracioso que resulte, gracias al videojuego "Star Ocean 3: Till the End of Time"). Con todo en mente, cogí una noche que no podía dormir y llegué a la conclusión de que los sentimientos y pensamientos propios no los controla otro que no sea uno mismo, lo que viene a ser el "Cogito ergo sum" de Descartes ("Pienso, luego existo"). Llegado a ese punto, me levanté de la cama y cogí un cuaderno, con el que hice una pequeña fórmula en la que todas las piezas del puzzle encajaban. A esta fórmula la bauticé como la "Teoría de la Percepción del Universo", donde con un poco de ayuda del final del videojuego citado anteriormente, me propuse que el Universo era una percepción que todo ser tenía hacia éste. Por supuesto, si todos percibimos el mismo Universo, eso es porque éste realmente existe y nosotros también. Así que, un poco más contento tras haber solucionado esta pequeña duda existencial, me entró el sueño y, como padezco insomnio, lo aproveché y me fui a dormir.

Sí, existimos. 14 de Ago de 2011, a las 04:15

Toda mi vida (desde bien pequeñito) me he hecho la misma pregunta: la existencia. Siempre me he preguntado si existimos realmente o si somos un mero sueño o el simple juguete de alguien "superior" o algo así. Pero por fin he hallado la solución al problema que durante tantos días y noches (¡y qué noches!) me ha estado atormentando.


Se suele hablar mucho del destino y la suerte, dos fuerzas sobrenaturales en las que yo no creo, porque soy de los que piensan que las cosas ocurren por los actos que cometemos, buenos o malos, y que nada esta escrito y que si algo puede salir mal, lo más probable es que salga mal ("Ley de Murphy").

Porque nosotros, la mayoría de los seres vivos, tenemos plena autonomía sobre nuestra mente y nuestro corazón. Nosotros pensamos de una forma o de otra, recordamos viejos momentos, sentimos nostalgia, nos arrepentimos, o lo que viene a ser en resumen, sentimos y pensamos por nosotros mismos. Y entonces me vino la luz.

Nuestra mente, nuestro corazón, pensamientos y sentimientos son NUESTROS y de nadie más, lo que nos dota de existencia.
Nosotros pensamos y sentimos de la forma más libre que existe, porque nada (N-A-D-A) ni nadie (N-A-D-I-E) puede influir en ello. Porque cuando queremos a alguien lo queremos y punto. 
No tiene más. Nadie puede decirnos a quien querer y a quien odiar, porque somos nosotros los que tomamos la decisión final. Por lo tanto, ahora que podemos afirmar que tanto nuestras mentes como nuestros corazones son nuestros, podemos decir que el Universo es una percepción que nosotros tenemos.
Sin percepción, no hay existencia.
Pero si todos nosotros percibimos lo mismo, eso quiere decir que el Universo realmente existe.
Ahora saltarían las dudas del porqué de su existencia y la nuestra, pero, ¿realmente importa?
Nosotros existimos aquí y ahora y también el Universo. Y se acabo.

Ahora por fin podré dormir tranquilamente y disfrutar de un descanso reparador.

Mario Lee

A partir de ese día, empecé a tener muchas cosas claras. Obviamente, el tema principal de todo era que la existencia existía. Pero la existencia existía porque el Universo existía. Y el Universo, como dice la "Teoría de la Percepción del Universo", existía porque nosotros (los seres vivos en general) existimos.
Claro, ahí fallaba algo; la idea de que el Universo no podía existir sin los seres vivos (puesto que sin percepción no hay existencia) no terminaba de encajar. Dejé muy claro en su momento que el porqué de la existencia no tenía importancia, pero esto era un dato curioso y me apeteció pensar en ello. Por supuesto, siendo como soy no se me ocurrió atribuir el porqué a un ser todopoderoso y benévolo o al azar. Con tan pocos datos en mente me hice la rayada del siglo, pero mereció la pena.

El porqué de la existencia. 12 de Nov de 2011, a la 01:09

Hace pocos meses escribí una entrada afirmando la existencia de todo cuanto conocemos basándome en la "Teoría de la Percepción". Bueno, yo dije que no era relevante conocer el porqué de nuestra existencia. Y no lo es. Pero a mí me resultó un poco curioso y empecé a pensar en ello. He llegado a una conclusión un tanto inestable.
Yo no soy un hombre creyente, porque sé que el mundo en el que vivimos no ha sido creado por un Dios todopoderoso que algún día derrotará al Mal (Diablo y demás) y cuando muramos nos reuniremos con Él y todo será "chupi-guachi". Eso sí: tampoco he tenido la intención de tragarme que el mundo, todo el Universo, e incluso la vida, ha sido obra del azar. Con esto no quiero decir que crea en el destino, para nada.


De algún modo, lo que trato de explicar es que todo esta conectado entre sí; la formación de la Tierra y el Sistema Solar, LUCA, el Big Bang, probables otros universos, la creación de la materia (¿?)...

Tal vez no somos más que la creación de un igual (o algo parecido) que ha alcanzado una capacidad intelectual superior (hablaríamos de la "Teoría del Diseño Inteligente") o simplemente existe una especie de “fuerza” que nos une a todos (lo que la verdad suena un poco a "La Guerra de las Galaxias") y que después de haberlo creado todo, nos va acompañando mientras evolucionamos.

No tengo ni idea...
Hay tantas cosas que quiero saber...

Pero haya pasado lo que haya pasado, nosotros no estamos aquí por casualidad. Siento poder parecer ignorante, pero no me cabe en la mente que algo tan complejo como la existencia y, concretamente, la vida sea fruto del azar. Podría creérmelo si no viese el día a día y como actúa cada persona ante distintas o iguales situaciones. NO PUEDO creer que no exista un porqué. Todos esos sentimientos de tantas personas no se han creado porque sí. No puede ser. Aún hay más que conocer.


Mario Lee

No me gusta la sensación de quedarme en la duda, pero por el momento no he podido hacer otra cosa. De todos modos, con todo esto la verdad es que he aprendido cosas muy valiosas, porque aunque no tenga claro el porqué estoy aquí o si me ha traído alguien, sí sé que soy yo el que decidirá lo que haré con mi futuro y sé que todas esas cosas que he sentido y siento son lo que hacen que hoy yo sea quien soy.
Y seguiré queriendo a quien quiera (o me toque) querer. Y seguiré estando ahí para los que me necesiten. Y estaré siempre cuidando a los míos. Y seré mi mejor yo. Porque así lo he decidido y así será hasta el final de los tiempos.

Mario Lee

lunes, 2 de abril de 2012

1. Comencemos - Filosofía de Mario

ACTUALIZACIÓN, 22/JULIO/2023: Calla y escribe.

La verdad es que no tengo ni idea de cómo empezar. Supongo que tendré que decir que todo lo que vais a leer aquí no será más que los pensamientos locos de un servidor, y los temas de esos pensamientos serán bastante diversos: desde temas de filosofía, como los que tratan de la existencia, hasta valores como la lealtad o sentimientos como el amor.
Para ser breve, diré que agradezco el apoyo de quien sea para animarme a seguir escribiendo y que espero que le guste a todo el mundo, pero sobre todo, a todas esas personas que en el día a día se toman esos ratillos libres en solitario (tomándose un café o tumbándose en la cama) y se ponen a pensar en esos temas tan curiosos de la vida, al igual que yo.

Mario Lee

PD: Tengo pensado subir una nueva entrada cada viernes, pero siempre puede pasar algo y puedo publicar una de más o, tal vez, por cualquier cosa, no subir ninguna alguna semana.