Hasta el Final de los Tiempos

Sin título probable

Si habéis jugado a la ruleta, sabréis que como se juega bien es apostando todo al rojo o al negro, o a pares o impares. Si hacéis la apuesta más segura, las ganancias serán mínimas. Si hacéis una apuesta más concreta, las probabilidades de ganar disminuirán considerablemente.
La vida funciona igual. Puedes apostarlo todo a rojo o negro y tendrás las mismas probabilidades de ganar que de perder. Puedes perseguir también metas simples y sencillas, en las que sea complicado que las probabilidades se pongan en tu contra. O puedes echarlo todo a un número y tener pocas probabilidades de acierto.
Pero si apuestas una y otra vez al mismo número, éste acaba saliendo. Porque todo es probabilidad en el juego. Porque todo es constancia en la vida. Y cuando llega el momento en el que las probabilidades te favorecen, el premio conseguido compensa todo lo apostado y es realmente satisfactorio.


DEYZ, Anixel

sábado, 21 de abril de 2012

4. Un lugar en el mundo

ACTUALIZACIÓN, 22/JULIO/2023: Ya no pienso lo mismo, pero entiendo el proceso de esta entrada en concreto. Está siendo un viaje interesante el paso por la Vida, desde luego.

Siempre me he sentido fuera de lugar, como si no estuviese en el sitio que toca. En muchísimas ocasiones me he preguntado por qué no estoy donde debería estar y dónde debería estar. La verdad es que siempre me he visto perdido, como si estuviese en un cuarto a oscuras sin puertas y no tuviese a nadie que me dijese cómo salir. De pequeño he llegado a soñar con esto repetidas veces. Siempre he tratado de salir de esa habitación por medios propios, pero siempre acababa creando un fuego, lo que no me dejaba ver con claridad mi lugar.
Hace dos días volví a soñar con esto, pero esta vez la habitación estaba iluminada y había una puerta en el techo. Qué irónico... Siempre estuve buscando una salida tocando las paredes a mi alrededor y resulta que estaba un poco más arriba.
Cogí una silla que había en una esquina, la puse en medio de la habitación y me subí para abrir la puerta, pero ya sabía qué iba a encontrarme (más o menos). Como he dicho justo al principio, yo siempre me he sentido fuera de lugar y así ha sido hasta la semana pasada.
Sinceramente, no han sido los mejores días de mi vida estos últimos. No he tenido ganas de hacer nada, ni siquiera de levantarme de la cama; no encontraba mi "por qué y para qué", lo que viene a ser mi razón de seguir en pie. Y eso no podía seguir así... No podía seguir así por el simple motivo de que yo soy Mario Lee.
Mi "por qué" siempre ha sido luchar por la paz y la felicidad y mi "para qué" es que me sienta bien ver que todo va sobre ruedas. Me gusta ver a la gente feliz y me satisface hacer detalles en los que sé que alegro a mis amigos. Y ahí quería yo llegar.
Al abrir la puerta había una especie de parque y a mis pies vi una caja de cartón que parecía llevar bastante tiempo esperándome. Más o menos sabía lo que habría dentro. No eran otra cosa que fotos mías con todos mis amigos.
Mis amigos son la fuerza de mi razón. Son los que están ahí cuando los necesito. Son personas que, sin llamarlas, aparecen cuando me caigo para ayudarme a levantarme. Por eso sé que nunca más voy a volver a estar solo y por eso cada uno de ellos ha ido ocupando un lugar especial dentro de mí. Mis amigos, todos ellos, son para mí mi familia. Y ya no necesito buscar más ese lugar, porque ya lo he encontrado, ya he encontrado mi lugar en el mundo y, aunque no sea el sitio más agradable, lo que lo hace grande es esa gente que lo ha convertido realmente en mi casa, en un cómodo hogar.
Doy las gracias a todos ellos, por los que seguiré luchando por lograr cumplir mi sueño más anhelado. Porque gracias a ellos lo único que creo imposible es que haya algo imposible.

Mario Lee

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los comentarios son agradecidos. ¡Tu opinión cuenta!