Hasta el Final de los Tiempos

Sin título probable

Si habéis jugado a la ruleta, sabréis que como se juega bien es apostando todo al rojo o al negro, o a pares o impares. Si hacéis la apuesta más segura, las ganancias serán mínimas. Si hacéis una apuesta más concreta, las probabilidades de ganar disminuirán considerablemente.
La vida funciona igual. Puedes apostarlo todo a rojo o negro y tendrás las mismas probabilidades de ganar que de perder. Puedes perseguir también metas simples y sencillas, en las que sea complicado que las probabilidades se pongan en tu contra. O puedes echarlo todo a un número y tener pocas probabilidades de acierto.
Pero si apuestas una y otra vez al mismo número, éste acaba saliendo. Porque todo es probabilidad en el juego. Porque todo es constancia en la vida. Y cuando llega el momento en el que las probabilidades te favorecen, el premio conseguido compensa todo lo apostado y es realmente satisfactorio.


DEYZ, Anixel

jueves, 31 de mayo de 2012

7. C'est la vie

ACTUALIZACIÓN, 22/JULIO/2023: He tenido que borrar mucha paja para hacer la lectura más amena. Hay cosas en esta entrada con las que sigo de acuerdo y, aunque haya habido cambios en mí, quería conservar el camino recorrido.

La vida... ¿Alguna vez os habéis parado a pensar en QUÉ ES ESTO? Supongo que sí. La vida es extraña, curiosa, desconcertante. Fea, pero a la vez, maravillosa. Es algo tan pequeño, pero tan intenso como una supernova. La vida son sorpresas tras sorpresas. Son todos esos recuerdos que vamos acumulando en alguna parte de la mente y, que cuando refrescamos un poco, se transmiten a una zona del pecho y se transforman en un sentimiento, haciéndonos sentir de tantas formas diferentes según el caso (nostálgicos, dolidos, satisfechos...).
No; la vida no se puede definir con palabras. Es algo mágico. Y es por eso que hay veces que creo que pueda ser que haya "algo más allá de ELLA". Me resulta tan fascinante que haya tantas personas por el mundo y que cada uno tenga su propio pensamiento, sus propias emociones y sentimientos ante las cosas y su diferente forma de actuar frente distintas situaciones.
La vida está llena de instantes valiosísimos que no cambiaríamos por nada del mundo: ver como un bebé se duerme y va cerrando su manita, cogiéndote el dedo meñique; el recuerdo de la sonrisa de una persona que quieres; el primer beso con amor; un gran momento de ataque de risa, ver como un águila imperial alza sus alas, mientras mira fijamente al horizonte...
Muchas veces me han preguntado que a qué le tengo miedo. La verdad, puede haber cosas que no me gusten, pero miedo no le tengo a nada. A nada, excepto a la muerte y creo eso porque TODO en esta vida tiene arreglo. Todo salvo la muerte, obviamente.
El respeto que le tengo a la muerte es así porque no quiero acabar mi historia de este modo. Soy una persona joven y aún hay muchas, muchísimas cosas que anhelo hacer en esta vida y, aunque ayer y hoy hayan sido días negros,  puede que mañana salga el Sol y eso no me lo quiero perder.
El ciclo de la vida es simple: nacemos, luchamos mientras vamos creciendo y morimos. No decidimos nuestro nacimiento, ni educación, pero a pesar de dónde, cuándo, y en qué condiciones hemos nacido y vivimos, somos nosotros los que siempre tomamos la última decisión de cómo vamos a luchar en la vida, de cuáles van a ser nuestros propósitos y cómo vamos a tratar de ganárnoslos.
Hubo una vez un gran hombre que dijo: -Cuando naces, lloras y el mundo ríe. Vive de tal manera que cuando mueras, rías y el mundo te llore-.
Así es el ciclo de la vida. Si luchas por causas nobles con valor, firmeza y voluntad, sin dejar de confiar en ti mismo y si encima tienes la misma "suerte" que yo de tener unos amigos que te apoyan en todo momento, no tienes nada que perder y solo habrás de confiar en que el Sol saldrá si no hoy, mañana y, si no, al otro.
C'est la vie...

Mario Lee

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los comentarios son agradecidos. ¡Tu opinión cuenta!