Hasta el Final de los Tiempos

Sin título probable

Si habéis jugado a la ruleta, sabréis que como se juega bien es apostando todo al rojo o al negro, o a pares o impares. Si hacéis la apuesta más segura, las ganancias serán mínimas. Si hacéis una apuesta más concreta, las probabilidades de ganar disminuirán considerablemente.
La vida funciona igual. Puedes apostarlo todo a rojo o negro y tendrás las mismas probabilidades de ganar que de perder. Puedes perseguir también metas simples y sencillas, en las que sea complicado que las probabilidades se pongan en tu contra. O puedes echarlo todo a un número y tener pocas probabilidades de acierto.
Pero si apuestas una y otra vez al mismo número, éste acaba saliendo. Porque todo es probabilidad en el juego. Porque todo es constancia en la vida. Y cuando llega el momento en el que las probabilidades te favorecen, el premio conseguido compensa todo lo apostado y es realmente satisfactorio.


DEYZ, Anixel

domingo, 29 de abril de 2012

5. La metamorfosis

ACTUALIZACIÓN, 22/JULIO/2023: Ya no pienso así.

A veces ocurren ciertas acciones en la vida que nos hacen reaccionar de una forma u otra a las personas. Cada persona es un mundo y hay quien puede derramar una taza de café nada más empezar el día y sonreír mientras limpia. Yo personalmente suelo mentar a la madre de una pobre meretriz y mientras limpio pensar: "¡Bien empezamos!". Pero las cosas cambian, las personas también y yo no soy ninguna excepción.
Cuando nacemos, yo diría que somos como "robots" y que desde ese momento nos vamos convirtiendo en lo que ahora somos. Yo creo que es como si evolucionásemos psicológicamente frente a todas esas circunstancias de la infancia, como la influencia de los padres (o la ausencia de ellos) en nuestro día a día, el colegio en el que aprendemos y los profesores que nos enseñan, los niños que están a nuestro alrededor y comparten sus ideas con nosotros, debatiéndolas fervientemente, etc.
Mientras nos formamos, poco a poco vamos cambiando muchas cosas: el Ratoncito Pérez es sustituido por el amor, los cuentos de hadas por la pura y cruda realidad y el sueño de ser astronautas pasa a la historia (para la mayoría) para dar lugar a lo que todos anhelamos: la felicidad.
Todos estos cambios, junto con las circunstancias de vida en las que nos hemos encontrado y nos encontramos, hacen que nos sometamos a un proceso interno de "metamorfosis" de un tiempo indeterminado. A este proceso se le llama comúnmente "madurar". Técnicamente (según la RAE), 'madurar' es "adquirir pleno desarrollo físico e intelectual", pero me parece una definición demasiado simple, sin explicación concreta.
Entre otras cosas, para mí madurar significa cambiar, pero no tiene porqué necesariamente ir ligado con ese rasgo positivo que le hemos connotado. Y es que para algunos madurar significa ser más responsable, tener dos dedos de frente, saber administrar el dinero, comprender que no se puede tener todo lo que se quiere y entender que si te caes, te levantas. Pero madurar solo significa aprender. Y para ello hay que acumular experiencia.
La experiencia (personal), cuando nos enseña cosas, no suele hacerlo de manera agradable. Pero cuando las aprendes, sabes que no volverás a tropezar con la misma piedra (a no ser que esté por ahí metido el amor, punto débil de todos y todas).
Después de tantas caídas, uno aprende a mantenerse en pie, aunque sea sobre una alambrada de espinos, pues el sendero de la vida es peligroso y hay lugares donde caer puede ser fatal, así que es importante tener los brazos alerta en todo momento. También es imprescindible portar como única cota de malla la desconfianza, que protege de las famosas "puñaladas por la espalda" lo máximo posible, aunque siempre deja marca.
La verdad es que ahora estando como estoy, creo que no puedo quejarme (en cuanto a afecto): tengo a gente que me quiere y a la que quiero. Pero a causa de tantas puñaladas traperas, no sé cómo abrirme del todo a la mayoría de ellas. Eso sí: poniéndome a pensar en las personas que quiero, me he dado cuenta de que hay tres (ni uno más, ni uno menos), que estarían en todo momento conmigo a muerte. Confío plenamente en esas tres personas. De hecho, si mi alma fuese una bola de cristal muy delicada, se la daría a cualquiera de ellos, porque sé que estaría a buen recaudo.
A parte del proceso de madurez, creo que a lo largo de la vida se dan más etapas de metamorfosis, que tienen la misma forma de evolución que la primera y no son más que un acúmulo de experiencia que en cierto momento se ve reflejado en esa alteración de la forma de plantarse ante las situaciones que le presenta la vida. Y es por eso que cuando esta mañana llegaba tarde a un sitio, me hice un Cola-Cao a toda prisa y se me cayó todo por la mesa y, en lugar de meterme con la pobre señora, he sonreído por dentro mientras limpiaba el desastre que había montado.
Soy un chico afortunado.

Mario Lee

sábado, 21 de abril de 2012

4. Un lugar en el mundo

ACTUALIZACIÓN, 22/JULIO/2023: Ya no pienso lo mismo, pero entiendo el proceso de esta entrada en concreto. Está siendo un viaje interesante el paso por la Vida, desde luego.

Siempre me he sentido fuera de lugar, como si no estuviese en el sitio que toca. En muchísimas ocasiones me he preguntado por qué no estoy donde debería estar y dónde debería estar. La verdad es que siempre me he visto perdido, como si estuviese en un cuarto a oscuras sin puertas y no tuviese a nadie que me dijese cómo salir. De pequeño he llegado a soñar con esto repetidas veces. Siempre he tratado de salir de esa habitación por medios propios, pero siempre acababa creando un fuego, lo que no me dejaba ver con claridad mi lugar.
Hace dos días volví a soñar con esto, pero esta vez la habitación estaba iluminada y había una puerta en el techo. Qué irónico... Siempre estuve buscando una salida tocando las paredes a mi alrededor y resulta que estaba un poco más arriba.
Cogí una silla que había en una esquina, la puse en medio de la habitación y me subí para abrir la puerta, pero ya sabía qué iba a encontrarme (más o menos). Como he dicho justo al principio, yo siempre me he sentido fuera de lugar y así ha sido hasta la semana pasada.
Sinceramente, no han sido los mejores días de mi vida estos últimos. No he tenido ganas de hacer nada, ni siquiera de levantarme de la cama; no encontraba mi "por qué y para qué", lo que viene a ser mi razón de seguir en pie. Y eso no podía seguir así... No podía seguir así por el simple motivo de que yo soy Mario Lee.
Mi "por qué" siempre ha sido luchar por la paz y la felicidad y mi "para qué" es que me sienta bien ver que todo va sobre ruedas. Me gusta ver a la gente feliz y me satisface hacer detalles en los que sé que alegro a mis amigos. Y ahí quería yo llegar.
Al abrir la puerta había una especie de parque y a mis pies vi una caja de cartón que parecía llevar bastante tiempo esperándome. Más o menos sabía lo que habría dentro. No eran otra cosa que fotos mías con todos mis amigos.
Mis amigos son la fuerza de mi razón. Son los que están ahí cuando los necesito. Son personas que, sin llamarlas, aparecen cuando me caigo para ayudarme a levantarme. Por eso sé que nunca más voy a volver a estar solo y por eso cada uno de ellos ha ido ocupando un lugar especial dentro de mí. Mis amigos, todos ellos, son para mí mi familia. Y ya no necesito buscar más ese lugar, porque ya lo he encontrado, ya he encontrado mi lugar en el mundo y, aunque no sea el sitio más agradable, lo que lo hace grande es esa gente que lo ha convertido realmente en mi casa, en un cómodo hogar.
Doy las gracias a todos ellos, por los que seguiré luchando por lograr cumplir mi sueño más anhelado. Porque gracias a ellos lo único que creo imposible es que haya algo imposible.

Mario Lee

viernes, 13 de abril de 2012

3. La segunda estrella a la derecha y todo recto hasta el amanecer

ACTUALIZACIÓN, 22/JULIO/2023: Mira, paso de leer todo esto, pero estoy seguro de que está lleno de paja y tonterías.

¿Quién no ha visto de pequeño alguna vez Peter Pan, uno de los grandes clásicos de Disney? Cierto es que muchas películas animadas (sobretodo las de Disney) nos enseñan importantes valores, como la amistad, el valor, la lealtad ante todo o la igualdad. Pero hay una película que destaca entre todas por aportar una enseñanza en su máximo esplendor. Esa película es Peter Pan, donde aprendemos lo que significa realmente "crecer".
Por si alguien no ha visto la película (*), explico un poco el argumento sin introducir ningún tipo de spoiler:

"Una niña llamada Wendy vive con sus padres y sus dos hermanos John y Michael en una casa de Londres. Una noche aparece Peter Pan, un niño que viene desde el País de Nunca Jamás, donde nadie se hace mayor, y propone a los tres que se vayan con él volando hacia la segunda estrella a la derecha y todo recto hasta el amanecer para llegar hasta allí. Para volar solo necesitarán fe, confianza y un poco de polvo de hadas.
En el País de Nunca Jamás vivirán aventuras inolvidables a la vez que aprenderán el verdadero significado de 'crecer' y descubrirán que los sueños pueden hacerse realidad".


                    Imagen de la película animada "Peter Pan" de Disney, donde podemos observar
                    la estrella que lleva al País de Nunca Jamás.


Crecer significa madurar, que uno mismo sea el único capaz de tomar decisiones por sí mismo, meditándolas hasta ver que son las mejores a tomar y que sepa atenerse a las consecuencias negativas de ellas. Crecer también significa comprender a los demás, entender por qué actúan del modo que lo hacen ante diversas situaciones; tener empatía. Crecer es dejar atrás la infancia, el osito de peluche con el que dormíamos (en mí caso era un delfín) y coger las riendas de nuestra vida. Crecer, además, significa envejecer poco a poco. La verdad es que crecer da algo de miedo. Significa una gran responsabilidad en la que hay que demostrar estar a la altura en todo momento. Tal vez sea por eso que el protagonista de esta historia le tenga esa fobia a hacerse mayor.
Pero crecer es como construir una casa: hay que empezar de cero, no ir rápido para acabar antes, poner los ladrillos en su sitio y dejar que se seque el cemento para ver el resultado. Crecer es ver que has colocado mal un ladrillo y tener que ser capaz de quitarlos todos para empezar bien de nuevo. O ver que a causa de un pequeño despiste al principio se te desmorona todo al final y en vez de claudicar, volver a empezar.
Crecer es darse cuenta de que todo error acumula experiencia. Es saber que estás construyendo esa casa con un fin y, que ese fin es tu sueño. Crecer es saber que lograrás ese sueño a base de fe, confianza y sudor. Es confiar en que un día irás directo a la segunda estrella a la derecha y todo recto hasta el amanecer, porque estás poniéndolo todo para lograr tus propósitos. Y porque ahora sabes que si quieres conseguir tus sueños no te bastará con "pedírselo a alguien" o "dejarlo a la suerte". Pero también sabes que si pones el alma en ello lograrás convertir tu sueño en realidad. Crecer es saber que solo tienes que luchar para que todo salga bien. Es saber que solo tienes que enfrentarte a todos los obstáculos que se te presenten, saber cuándo tomarte un respiro y saber que cuando te caes, te tienes que levantar para que no te pisen.
Crecer es saber que si hoy ha sido un mal día, al día siguiente te levantarás y será otro día más en el que seguirás de pie, luchando por convertir tu sueño en realidad.
Os dejo una canción de Gisela que salió hace diez años con la película Peter Pan: Regreso al País de Nunca Jamás.

http://www.youtube.com/watch?v=UXg3BXqlhFc

Espero que os haya gustado mucho todo.

Mario Lee

*Si alguien no ha visto esta película u otros grandes clásicos de Disney, como Pocahontas, El Rey León, Tarzán, Aladdín, etc., le recomiendo vivamente que en un rato libre las vea; merecerá la pena. Crecer y madurar no van necesariamente ligados a convertirse en una persona "seria" y con aficiones más "adultas".

martes, 3 de abril de 2012

2. Hasta el final de los tiempos

ACTUALIZACIÓN, 22/JULIO/2023: Todo esto es paja.


Hace un año y casi veintitrés días tenía una duda en la que me gustaba mucho ponerme a pensar: la existencia de todo cuanto podemos ver a nuestro alrededor. "¿Y si todo es una gran mentira?" (me preguntaba a mí mismo). "¿Qué pasaría si todo lo que viésemos, todos los sentimientos de las personas, como el amor o el odio, todos los valores, como la lealtad, la amistad o el valor y, en breve, todas esas cosas tan pequeñas, pero tan grandes no fuesen más que la creación de un ser superior y nosotros no fuésemos nada más que marionetas utilizadas a placer por éste mismo?" También pensé en otras teorías, como la posibilidad de ser el mero sueño de otra persona y, por tanto, que la realidad fuese ficción.
Esta fue la primera vez que manifesté públicamente en un pequeño texto todo lo que pensaba acerca de nuestro mundo.

No sé... 11 de Mar de 2011, a las 16:25

¿Os habéis dado cuenta? Estamos en un puntillo microscópico del Universo, concretamente en lo que llamamos planeta Tierra. ¿Nunca os habéis preguntado qué somos, de dónde venimos o sencillamente por qué existimos? ¿Qué es este sitio? Sabemos que la vida existe, pero ¿qué es realmente? Desafortunadamente, no tengo respuesta para ninguna de estas preguntas u otras de la misma categoría. ¿Y si, como dijo Calderón de la Barca, la vida no es más que un sueño? ¿Tendría nuestra existencia (si es que pudiésemos afirmar que existimos) algún sentido? Me temo que tampoco sabría responderlo. Solo puedo decir que creo que a lo largo de 16 años, 10 meses y dos días no he aprendido nada.

Mario Lee

Pero solamente cinco meses y tres días después hallé la solución a ese problema que durante tanto tiempo me había tenido en vilo (en parte, gracias a una primera lectura al libro de Descartes antes de que empezase el curso y, por muy gracioso que resulte, gracias al videojuego "Star Ocean 3: Till the End of Time"). Con todo en mente, cogí una noche que no podía dormir y llegué a la conclusión de que los sentimientos y pensamientos propios no los controla otro que no sea uno mismo, lo que viene a ser el "Cogito ergo sum" de Descartes ("Pienso, luego existo"). Llegado a ese punto, me levanté de la cama y cogí un cuaderno, con el que hice una pequeña fórmula en la que todas las piezas del puzzle encajaban. A esta fórmula la bauticé como la "Teoría de la Percepción del Universo", donde con un poco de ayuda del final del videojuego citado anteriormente, me propuse que el Universo era una percepción que todo ser tenía hacia éste. Por supuesto, si todos percibimos el mismo Universo, eso es porque éste realmente existe y nosotros también. Así que, un poco más contento tras haber solucionado esta pequeña duda existencial, me entró el sueño y, como padezco insomnio, lo aproveché y me fui a dormir.

Sí, existimos. 14 de Ago de 2011, a las 04:15

Toda mi vida (desde bien pequeñito) me he hecho la misma pregunta: la existencia. Siempre me he preguntado si existimos realmente o si somos un mero sueño o el simple juguete de alguien "superior" o algo así. Pero por fin he hallado la solución al problema que durante tantos días y noches (¡y qué noches!) me ha estado atormentando.


Se suele hablar mucho del destino y la suerte, dos fuerzas sobrenaturales en las que yo no creo, porque soy de los que piensan que las cosas ocurren por los actos que cometemos, buenos o malos, y que nada esta escrito y que si algo puede salir mal, lo más probable es que salga mal ("Ley de Murphy").

Porque nosotros, la mayoría de los seres vivos, tenemos plena autonomía sobre nuestra mente y nuestro corazón. Nosotros pensamos de una forma o de otra, recordamos viejos momentos, sentimos nostalgia, nos arrepentimos, o lo que viene a ser en resumen, sentimos y pensamos por nosotros mismos. Y entonces me vino la luz.

Nuestra mente, nuestro corazón, pensamientos y sentimientos son NUESTROS y de nadie más, lo que nos dota de existencia.
Nosotros pensamos y sentimos de la forma más libre que existe, porque nada (N-A-D-A) ni nadie (N-A-D-I-E) puede influir en ello. Porque cuando queremos a alguien lo queremos y punto. 
No tiene más. Nadie puede decirnos a quien querer y a quien odiar, porque somos nosotros los que tomamos la decisión final. Por lo tanto, ahora que podemos afirmar que tanto nuestras mentes como nuestros corazones son nuestros, podemos decir que el Universo es una percepción que nosotros tenemos.
Sin percepción, no hay existencia.
Pero si todos nosotros percibimos lo mismo, eso quiere decir que el Universo realmente existe.
Ahora saltarían las dudas del porqué de su existencia y la nuestra, pero, ¿realmente importa?
Nosotros existimos aquí y ahora y también el Universo. Y se acabo.

Ahora por fin podré dormir tranquilamente y disfrutar de un descanso reparador.

Mario Lee

A partir de ese día, empecé a tener muchas cosas claras. Obviamente, el tema principal de todo era que la existencia existía. Pero la existencia existía porque el Universo existía. Y el Universo, como dice la "Teoría de la Percepción del Universo", existía porque nosotros (los seres vivos en general) existimos.
Claro, ahí fallaba algo; la idea de que el Universo no podía existir sin los seres vivos (puesto que sin percepción no hay existencia) no terminaba de encajar. Dejé muy claro en su momento que el porqué de la existencia no tenía importancia, pero esto era un dato curioso y me apeteció pensar en ello. Por supuesto, siendo como soy no se me ocurrió atribuir el porqué a un ser todopoderoso y benévolo o al azar. Con tan pocos datos en mente me hice la rayada del siglo, pero mereció la pena.

El porqué de la existencia. 12 de Nov de 2011, a la 01:09

Hace pocos meses escribí una entrada afirmando la existencia de todo cuanto conocemos basándome en la "Teoría de la Percepción". Bueno, yo dije que no era relevante conocer el porqué de nuestra existencia. Y no lo es. Pero a mí me resultó un poco curioso y empecé a pensar en ello. He llegado a una conclusión un tanto inestable.
Yo no soy un hombre creyente, porque sé que el mundo en el que vivimos no ha sido creado por un Dios todopoderoso que algún día derrotará al Mal (Diablo y demás) y cuando muramos nos reuniremos con Él y todo será "chupi-guachi". Eso sí: tampoco he tenido la intención de tragarme que el mundo, todo el Universo, e incluso la vida, ha sido obra del azar. Con esto no quiero decir que crea en el destino, para nada.


De algún modo, lo que trato de explicar es que todo esta conectado entre sí; la formación de la Tierra y el Sistema Solar, LUCA, el Big Bang, probables otros universos, la creación de la materia (¿?)...

Tal vez no somos más que la creación de un igual (o algo parecido) que ha alcanzado una capacidad intelectual superior (hablaríamos de la "Teoría del Diseño Inteligente") o simplemente existe una especie de “fuerza” que nos une a todos (lo que la verdad suena un poco a "La Guerra de las Galaxias") y que después de haberlo creado todo, nos va acompañando mientras evolucionamos.

No tengo ni idea...
Hay tantas cosas que quiero saber...

Pero haya pasado lo que haya pasado, nosotros no estamos aquí por casualidad. Siento poder parecer ignorante, pero no me cabe en la mente que algo tan complejo como la existencia y, concretamente, la vida sea fruto del azar. Podría creérmelo si no viese el día a día y como actúa cada persona ante distintas o iguales situaciones. NO PUEDO creer que no exista un porqué. Todos esos sentimientos de tantas personas no se han creado porque sí. No puede ser. Aún hay más que conocer.


Mario Lee

No me gusta la sensación de quedarme en la duda, pero por el momento no he podido hacer otra cosa. De todos modos, con todo esto la verdad es que he aprendido cosas muy valiosas, porque aunque no tenga claro el porqué estoy aquí o si me ha traído alguien, sí sé que soy yo el que decidirá lo que haré con mi futuro y sé que todas esas cosas que he sentido y siento son lo que hacen que hoy yo sea quien soy.
Y seguiré queriendo a quien quiera (o me toque) querer. Y seguiré estando ahí para los que me necesiten. Y estaré siempre cuidando a los míos. Y seré mi mejor yo. Porque así lo he decidido y así será hasta el final de los tiempos.

Mario Lee

lunes, 2 de abril de 2012

1. Comencemos - Filosofía de Mario

ACTUALIZACIÓN, 22/JULIO/2023: Calla y escribe.

La verdad es que no tengo ni idea de cómo empezar. Supongo que tendré que decir que todo lo que vais a leer aquí no será más que los pensamientos locos de un servidor, y los temas de esos pensamientos serán bastante diversos: desde temas de filosofía, como los que tratan de la existencia, hasta valores como la lealtad o sentimientos como el amor.
Para ser breve, diré que agradezco el apoyo de quien sea para animarme a seguir escribiendo y que espero que le guste a todo el mundo, pero sobre todo, a todas esas personas que en el día a día se toman esos ratillos libres en solitario (tomándose un café o tumbándose en la cama) y se ponen a pensar en esos temas tan curiosos de la vida, al igual que yo.

Mario Lee

PD: Tengo pensado subir una nueva entrada cada viernes, pero siempre puede pasar algo y puedo publicar una de más o, tal vez, por cualquier cosa, no subir ninguna alguna semana.