ACTUALIZACIÓN, 22/JULIO/2023: No lo voy a releer. Mucha paja. Pereza.
¿Cómo va todo?
Puede que no sea el comienzo más normal para una de mis entradas de blog, pero aquí vuelvo a escribir, cosa que no hacía desde diciembre. Esto va así. Los más asiduos a leerme ya lo sabéis; igual escribo una entrada dos días después de la anterior, como pueden ser semanas, como tal vez tarde meses en volver a hacerlo. No pretendo que suene a excusa, así que me pregunto por qué seguiré repitiéndolo, sinceramente.
Han pasado muchas cosas en estos últimos meses. He acabado el primer año de un Grado Superior con muy buenas notas (no tiene mucho mérito, sinceramente); he comenzado mi primer trabajo con contrato (profesor de Inglés en una academia); me han asaltado, atacado por la espalda, pateado y robado (sin consecuencias negativas para mis asaltantes y sin que se le diera mayor importancia); y recientemente he conocido a otra persona con la que estoy en una relación aparte de en la que ya estoy con la Niña.
La verdad es que volver a ponerme a estudiar era algo que no me hacía gracia, porque no me gusta el sistema educativo y no hay nada a lo que me quiera dedicar en concreto, pero supongo que al final he aceptado que la gente y sus empresas exigen que certifiques que tienes unos conocimientos básicos para el puesto de trabajo en cuestión. En parte tiene sentido, pero a menos que quieras dedicar tu vida a una ingeniería, medicina o algo así, la verdad es que presentar un título como carta de presentación debería ser lo de menos. Me explico. Estoy aprendiendo mucho en este grado (tampoco lo voy a negar), pero también pierdo mucho tiempo haciendo trabajos totalmente prescindibles y que el día de mañana nadie me va a exigir, como redactar un "resumen" de cada tema del libro según lo vamos estudiando, a mano por cierto. Pérdida de tiempo y de energías más que absoluta. Y luego te vienen con el rollo de la ecología, después de ese innecesario, excesivo y continuado gasto de papel. Con veinticinco años creo que puedo tener mis propias técnicas de estudio, más eficaces y eficientes y menos frustrantes.
Pero también están esos momentos en los que piden la diferencia entre 'actitud' y 'aptitud', o pasan horas y horas de clase, que se transforman en semanas, porque hay compañeros que no saben diferenciar entre bimestre, trimestre, cuatrimestre y semestre, y me siento totalmente desubicado hasta que pienso que realmente lo único que quiero, lo único por lo que estoy invirtiendo mi tiempo en perderlo es para que me den ese pedazo de papel que certifique a las empresas que puedo trabajar para ellas.
Teniendo que trabajar al mismo tiempo, hace que sea algo más cansado, pero al final merece la pena. Consigo algo de dinero y ayudo a personas que lo necesitan.
Con mi vuelta a recibir y dar clases también he sacado conclusiones de los cambios, tanto positivos, como negativos que se están llevando a cabo en las escuelas y en las nuevas generaciones.
Los profesores son cada vez más comprensivos. Sigue habiendo casos de maestros terribles, pero éstos van aminorando. Sin embargo, las nuevas generaciones son cada vez más imbéciles y, a pesar de tener más recursos de los que teníamos hace prácticamente nada (es una locura cómo han cambiado las clases y sus facilidades en unos años), los niños y adolescentes no saben aprovecharlos. Estas facilidades y la excesiva permisividad de progenitores y profesores están volviendo a los niños tontos, incapaces de desarrollar nada que requiera de darle más de dos vueltas al asunto. Literalmente, he llegado a ver a alguien sumar uno más uno en una calculadora "por si acaso". Estamos creando una sociedad de débiles. Esas facilidades deberían servir como herramientas para hacer, válgase la redundancia, la Vida más fácil al Ser Humano, no para volver inútiles a las personas cuando estas facilidades no están disponibles.
De todas maneras, me estoy yendo por las ramas para variar (ironía) y esto es un tema más extenso del que me gustaría escribir, entre otros "lugares", aquí mismo en otro momento (vete a saber cuándo).
Mis ideas sobre igualdad siguen siendo las mismas, pero con el paso de estos meses he ido tomando consciencia de las grandes mentiras en las que se han convertido luchas sociales tan importantes como el feminismo o contra la homofobia. Se han convertido desde hace ya bastante tiempo en un auténtico circo mediático para que los líderes de estas "revoluciones", muchas de sus asociaciones y empresas e individuales se llenen los bolsillos en falso llamamiento a sus ideales.
Ha sido un cambio difícil de aceptar, porque he tratado por mucho tiempo de negarme la realidad que iba viendo. Como algunos se aprovechan de las luchas sociales para conseguir dinero y publicidad. Como otros se creen súper igualitarios, pero sus comportamientos, gustos e intereses muestran lo peor de ellos. Y como otros son estafados emocionalmente, en el mejor de los casos, por los que realmente conducen estos movimientos.
Para quien no lo sepa (y le interese [que supongo que para llegar a estas alturas sí]), la Niña se fue a otro país a acabar una de las carreras que estaba haciendo. Total, que allá descubrió que tenía "más amor para dar y recibir" aparte del mío. Yo lo entendí perfectamente, porque Ella es demasiado excepcional para que una sola persona la llene al ciento por ciento y no quiera estar con nadie más.
Así que cuando me contó lo que estaba sintiendo, a pesar de alegrarme muchísimo por la revelación que había tenido, la tuve que dejar, porque no concebía cómo llevar ese tipo de relación.
Pero seguimos hablando y cuando volvió, quedamos y al rato yo ya no sabía ni qué éramos, pero bueno. El caso es que decidí volver con Ella. ¿Por qué no? Cuando estoy en su compañía, todo se me hace más fácil de llevar. Es una pérdida de tiempo no estar con alguien a quien Amas si no hay una fuerza mayor que lo impida.
Hace "poco", conocí a otra persona y me gustó tanto, que aún teniendo mi cabeza llena de dudas, decidí probar. Y todo genial, oye. Nunca pensé que me sentiría tan a gusto en una situación así. Ni siquiera lo concebía.
Pero bueno, ahora estoy saliendo con quien es el segundo gran Amor de mi Vida y con otra persona maravillosa que me aporta muchísimo también, como, al tener doce años más que yo, una experiencia, entre otras cosas, que la Niña no me puede dar. Tal vez no necesite todos esos aportes de más, ¿pero por qué no tenerlos? Yo también alucino con los cambios en mi persona, tranquilos.
Aún a día de hoy, sigo priorizando una relación monógama con la persona adecuada (para mí), ya que es la manera en la que mejor me desarrollo como persona, formando un Nosotros, pero respetando el Tú y Yo. Pero esta situación está bastante bien también. No sé cuánto durará, pero estoy aprendiendo mucho, conociéndome a mí mismo más y disfrutando de lo lindo en esta burbuja.
Por último, quiero hablar de que he aprendido que soy una persona triste y no tiene nada de malo. Llevo años intentando cambiar mi Ser en búsqueda de una Felicidad mal enfocada. Puedo sentirme alegre, satisfecho o incluso eufórico, pero mi esencia es la tristeza y voy a dejar de rechazar lo que soy o tratar de modificarlo. No hablo de mi idea del Sufrimiento (entrada 45). La tristeza es mi serenidad; mi Ataraxia. Y sí; ya he entendido también que no tiene nada de malo.
DEYZ, Anixel
PD: Por cierto, estoy haciendo un trabajo en español e inglés sobre Agujeros Blancos, al que le estoy dando un punto de vista didáctico, entretenido y filosófico. Si os interesa, prestad atención a mis redes sociales.