ACTUALIZACIÓN, 22/JULIO/2023: Muchos lloros. Ya no pienso así.
Ésta es una entrada
muy personal. Tú verás si quieres leerla.
Si sólo hubiese podido elegir quién ser antes, qué hacer con mi vida...
Si sólo me hubiesen entendido cuando dije que lo que yo realmente quería era aprender; conocer lo máximo posible de todo lo que pudiera...
Si sólo me hubiesen enseñado lo que es una familia de otro modo...
Si sólo me hubiesen alimentado más de abrazos y besos que de golpes y amenazas...
Si sólo en lugar de miedo, muertes y lloros, hubiese sido todo alegría, amor y sonrisas...
Si sólo me hubiesen enseñado a pedir ayuda cuando es evidente que la necesito...
Si sólo me hubiesen dejado tener como aficiones tocar el piano o el violín y aprender a jugar en algún deporte colectivo...
Si sólo me hubiesen ayudado a no crecer tan deprisa...
Si sólo hubiese aprendido algo de valor en el colegio...
Si sólo no tuviese pequeñas cicatrices por el cuerpo de las que sólo yo sé la historia de cada una de ellas...
Si sólo no hubiese visto las muertes y vidas en peligro por causa de la religión, incluida la mía propia...
Si sólo no hubiese apretado tanto ese cuello...
Si sólo me hubiesen enseñado que si en el amor lo das todo te puedes quedar sin nada...
Entonces a día de hoy no tendría una caja de cartón blanca llena de pedazos de sueños rotos.
Entonces probablemente hoy no sería la persona que soy, muy diferente a quién se supone que debía ser. Y eso, a pesar de todo el dolor, pérdidas y sueños rotos, no lo cambiaría por nada en el mundo porque, por muy prepotente que suene, soy la mejor persona que conozco a nivel de persona.
He aprendido a hacer lo que quiero en la vida, que es ayudar a todo el que pueda sin mirar quién es.
He aprendido a hacer lo que quiero con mi vida, que es aprender y conocer sobre todas las cosas que me rodean.
He aprendido que si algún día soy padre, seré el mejor del mundo; sería su modelo a seguir, le enseñaría las cosas con cariño y nunca jamás le pondría la mano encima.
He aprendido a apreciar cada abrazo, cada beso y cada sonrisa.
He aprendido a ser totalmente autosuficiente.
He aprendido la importancia de querer y de hacer sonreír a los demás, sobre todo a los que quiero.
He aprendido que nunca es tarde para hacer cosas que me gustan.
He aprendido que crecer es aprender, y aprender deprisa no puede ser malo.
He aprendido que en el colegio no se aprende, se guían mentes a trabajar en "algo útil", porque si no seré excluido de la sociedad.
He aprendido que las cicatrices son recuerdos; marcas que no hacen daño y que curten la piel haciéndome más fuerte.
He aprendido que todas las creencias espirituales son aceptables, menos las religiones (como el cristianismo o el islam). No porque sean absurdas, que lo son; sino porque dañan la integridad de otras personas, y todos merecemos el mismo respeto mientras hagamos algo que no cause molestia a un igual.
He aprendido a disfrutar de la vida, a no ser una mala persona y a no sentirme mal por cosas de las que no soy culpable.
He aprendido que a pesar de que si en el amor puedas quedarte sin nada si lo das todo, que el día en el que lo des todo y ganes, todo lo que tenías no parecerá más que un grano de arena en el vasto desierto.
Y he aprendido a guardar los trozos de sueños rotos en una caja, para ir sacándolos uno a uno cuando vaya cumpliéndolos. Y lo haré.
No recuerdo muy bien de dónde es la frase, pero lo que tengo claro a estas alturas de la película es que ésta es mi vida y voy a querer, reír, ayudar, amar y a hacer de ella una aventura inolvidable antes de que se me acabe.
DEYZ, Anixel