Hasta el Final de los Tiempos

Sin título probable

Si habéis jugado a la ruleta, sabréis que como se juega bien es apostando todo al rojo o al negro, o a pares o impares. Si hacéis la apuesta más segura, las ganancias serán mínimas. Si hacéis una apuesta más concreta, las probabilidades de ganar disminuirán considerablemente.
La vida funciona igual. Puedes apostarlo todo a rojo o negro y tendrás las mismas probabilidades de ganar que de perder. Puedes perseguir también metas simples y sencillas, en las que sea complicado que las probabilidades se pongan en tu contra. O puedes echarlo todo a un número y tener pocas probabilidades de acierto.
Pero si apuestas una y otra vez al mismo número, éste acaba saliendo. Porque todo es probabilidad en el juego. Porque todo es constancia en la vida. Y cuando llega el momento en el que las probabilidades te favorecen, el premio conseguido compensa todo lo apostado y es realmente satisfactorio.


DEYZ, Anixel

miércoles, 24 de octubre de 2018

52. A la Niña que se quedó mi camisa de cuadros y alguna cosa más

ACTUALIZACIÓN, 22/JULIO/2023: No la voy a releer ahora, pero creo que más adelante sí, así que no quiero borrarla.

Entrada personal.

He estado mirando por el blog y no tengo ninguna entrada que vaya dirigida a una sola persona en concreto. Quiero decir; tengo dedicatorias en alguna entrada o poemas dirigidos a una persona que no sabrá ni que es para ella, pero no tengo ninguna entrada en prosa que sea para alguien en concreto*. Que sea una entrada para esa persona, más allá de ser sólo mis Pensamientos y Sentimientos para el Mundo. Que por encima de todo sea para ella; una parte de mí sólo para ella, como una especie de carta abierta. Esta entrada es para ti, Niña.

https://www.youtube.com/watch?v=0Ej2OUGLH68

He de admitir que te echo de menos. Bueno, ya lo sabes.
Te echo mucho de menos. Anhelo tu presencia. Se me hacen muy aburridas y tristes las tardes en las que no te veo. No es porque no tenga cosas que hacer y me dé por entrar en melancolía. Es que el pasar de tanto tiempo sin verte se me hace aborrecible, en sentido tanto de aversión como de aburrimiento.
Verte sonreír y hacerte reír. Disfrutar de esos ojos de color café solo, siempre llenos de brillo y vida y de esa particularmente curiosa mirada, con esa manía tuya de clavarla en las de las demás personas sin pedir ningún tipo de permiso para inquirir y violentar así a éstas. Abrazarnos y Sentir nuestros Pensares conectar sus Sentires. Acariciar y besar todas las partes de tu suave y tersa piel. Admirarte como la obra de Arte hecha Ser Humano que Eres; como la Diosa en la que te has convertido para mí. Quedarme embelesado con la esencia de miel de tu cabello morado, color que tanto me encanta y tan bien te queda. Como todo. Porque no hay nada que te quede mal. Qué rabia me das.
Últimamente me da por rememorar momentos que hemos pasado juntos en tan corto, pero intenso tiempo.
El día en el que nos conocimos en persona. ¿Lo recuerdas, Niña? Quedamos tras hablar unos pocos días y paseamos por las calles de Valencia desde la hora crepuscular hasta bien entrada la madrugada. Los dos nos sentíamos algo cohibidos, pero enseguida nos relajamos y disfrutamos de estar conectando con la otra persona de la manera más agradable posible. Después de conversar y hacernos reír por horas, fuimos a esa discoteca tan particularmente fantástica, para variar, que recomendaste.
Entre las luces, tus risas con mi ridícula manera de bailar y el paso de canciones épicas, me sentía cómodo y muy entretenido, disfrutando contigo. Y entonces sonó una versión de Forever Young de Alphaville, que es una de esas canciones cuya versión original me representa totalmente, y teniéndote muy cerca de mí, me decidí a besar tus carnosos labios. Tú respondiste a aquel beso y el espacio-tiempo continuo se congeló para conservar un Momento de Momentos, que es en lo que se convierten los Momentos más esenciales de la Vida en sí, ya sea para uno mismo, para el Universo, el Multiverso, etcétera.
La segunda vez que quedamos, me regalaste por sorpresa la versión en caja metálica de Star Wars Episode VIII: The Last Jedi, acompañada de una bolsa de Darth Vader. Me compraste básicamente; hubiera dado lo mismo lo que hubieses hecho después. Por la tarde, fuimos a sentarnos a un banco a hacer el idiota y me sentí como un adolescente.
Tengo mil recuerdos de tiempo pasado contigo. De ir a nuestro Yelmo Cines a ver películas en versión original, de meterme contigo por ser una Niña posmilenial, de tumbarnos en el césped y acurrucarnos a hacer el idiota, de simplemente pasar el rato en tu casa jugando, riendo, combinando las esencias más puras de la pasión y la ternura mientras nos besábamos, acariciábamos, quitábamos las ropas, sudábamos y nos fundíamos el uno con el otro en Amor...
Para que luego me llames Iceman. ¿En qué me has convertido? Siempre he sido un romántico de la Vida en sí, pero desde que te he conocido, no reconozco algunas reacciones propias en situaciones muy concretas. Tengo una actitud muchísimo más positiva de cara a la Vida.
Has hecho tanto por mí con el único interés de que yo estuviera bien conmigo mismo... Es impagable. Has estado en momentos en los que todo se me ha venido encima y has hecho que pudiera llevar esas cargas con menos peso, sin tratar de llevarlas tú conmigo; respetando mi espacio. Me has llenado el día a día de alegrías. Coger la bicicleta para ir a verte a cualquier hora, incluso durante la madrugada era hasta ilusionante.
Me empecé a enamorar de ti. Con el paso de los días, me iba enganchando más y más a verte y estar contigo haciendo el idiota. Hasta que un día caí en la conclusión de que por mucho que yo decía que sólo estaba pillado, me había Enamorado de ti cómo sólo los idiotas y los locos saben hacerlo.
Y el día en el que me dijiste "nadie puede aportarme el Universo que tú me aportas", me sentí afortunadísimo. Más aún.
Por todo ello, quiero que sepas que dondequiera que vayas y dondequiera que vaya yo, nunca te Olvidaré y, si bien nuestros caminos se han separado por un tiempo indefinido, si se vuelven a cruzar, pero no podemos volver a Ser lo que Éramos, o no se vuelven a cruzar, te guardaré siempre en uno de los rincones más especiales de mi Corazón.
Y si nos volvemos a ver, podrías devolverme mi camisa de cuadros, ¿sabes, Niña? Que te queda bien también, pero ya te vale.

Para mi Niña de cabello morado, de DEYZ, Anixel

PD: En realidad, lo que quiero decir con que me devuelvas la camisa de cuadros es que si quieres, te la puedes quedar, pero que si eso nos podemos ver cuando vengas por estos lares. Supongo que ha quedado evidente, pero como tiendo a ser lo que los demás califican como exageradamente literal, pues lo dejo claro. También supongo que otras personas estropearían estos momentos con esta clase de posdatas absurdas. Pero yo no, ¿a qué no, Niña?

*NOTA: A la hora de escribir en verso, una persona enfoca sus Pensamientos y Sentimientos al tema que trate y, si bien la persona no es capaz de transmitir la misma empatía con los primeros que con los segundos, existe una conexión entre ellos que permite que "todo el mundo" entienda el mensaje y pueda ponerse en la piel del "poeta", Pensando lo que Siente y Sintiendo lo que Piensa. Eso en prosa no ocurre igual. Cuando hablamos, de manera oral o escrita, la estructura de las palabras y oraciones no va sujeta a ninguna medida (más allá de respetar las normas ortográficas y gramaticales del idioma hablado en cuestión), por lo que en prosa expresamos exactamente lo que Pensamos y lo que Sentimos de la manera en la que más nos convenga, lo que consigue una empatía absoluta con una persona mínimamente empática con lo que está leyendo o escuchando y podrá, en mayor o menor medida, entender lo que Pensamos y estar o no de acuerdo con Ello y saber cómo nos Sentimos, ya sea por una situación que Pensamos o por otro Sentir en sí.
No sé si me he explicado bien, así que lo resumiré en unas pocas frases para el que no lo haya entendido; la prosa es literal (en el sentido literal de la palabra literal, para los de la LOGSE) y transmite tal cual lo que queremos explicar y cómo nos sentimos (lo pongo en minúscula para esta breve explicación, pero siempre que hable del Sentir o el Pensar como conceptos, pondré la inicial en mayúscula, ya que para mí son nombres propios, como tantos otros que no son usados en el día a día) por ello, o puede explicar también un sentimiento en sí, sin tener en cuenta su pensar (probablemente porque no lo encuentre o no lo logre conectar bien, por ejemplo), y, en cambio, el verso no lo es, ya que transmite el Pensar y el Sentir de una manera más artística; suele ser mucho más interpretable para cada persona.